En el Islam, la instrucción es un deber para todos. No hay diferencia entre hombres y mujeres, ni entre ricos y pobres, ni entre blancos y negros, ni entre árabes y no árabes. El Profeta, la paz sea con él, dijo al respecto: “ La búsqueda del saber es una obligación para todo musulmán y toda musulmana, sin diferencia entre ambos en esta búsqueda.”
Tanto hombre como mujer están obligados a buscar a través del conocimiento el camino recto y su propia realización personal . Durante las primeras épocas del Islam, conoció el mundo a mujeres muy cultas y sobresalientes, algunas fueron más instruidas que muchos hombres de su momento.
En el Islam el sabio, lo es el vidente, el ser, la luz, mientras que el ignorante es el ciego, las tinieblas y la nada. Por todo ello el musulmán da mucha importancia a la educación y la considera como la escalera de la ciencia y la puerta de la creencia. Los ignorantes no alcanzarán a conocer a su Señor.
En la primera aleya revelada al Profeta, la paz sea con él, ALLAH, Glorificado sea, le dice:
“ Lee en el nombre de tu señor que creó, que creó al hombre de un cuajo de sangre. Lee y ten en cuenta que tu señor es el más generoso. El es quien enseñó al hombre el manejo del cálamo. Enseñó al hombre lo que ignoraba.” Sura 96: 1, 5
El musulmán, que aspira a ser considerado como tal, tiene ante sí el inmenso compromiso de instruirse y fomentar la educación y permitir que tanto hombres como mujeres transiten por los senderos de la ciencia. No lo asusta el conocimiento, ya que éste, contrario a lo que sucede con los adeptos de otras religiones distintas a la de Dios, afianza la creencia y nos da a conocer la grandeza del Altísimo y así mismo, es base de todo progreso y avance.
Tanto hombre como mujer están obligados a buscar a través del conocimiento el camino recto y su propia realización personal . Durante las primeras épocas del Islam, conoció el mundo a mujeres muy cultas y sobresalientes, algunas fueron más instruidas que muchos hombres de su momento.
En el Islam el sabio, lo es el vidente, el ser, la luz, mientras que el ignorante es el ciego, las tinieblas y la nada. Por todo ello el musulmán da mucha importancia a la educación y la considera como la escalera de la ciencia y la puerta de la creencia. Los ignorantes no alcanzarán a conocer a su Señor.
En la primera aleya revelada al Profeta, la paz sea con él, ALLAH, Glorificado sea, le dice:
“ Lee en el nombre de tu señor que creó, que creó al hombre de un cuajo de sangre. Lee y ten en cuenta que tu señor es el más generoso. El es quien enseñó al hombre el manejo del cálamo. Enseñó al hombre lo que ignoraba.” Sura 96: 1, 5
El musulmán, que aspira a ser considerado como tal, tiene ante sí el inmenso compromiso de instruirse y fomentar la educación y permitir que tanto hombres como mujeres transiten por los senderos de la ciencia. No lo asusta el conocimiento, ya que éste, contrario a lo que sucede con los adeptos de otras religiones distintas a la de Dios, afianza la creencia y nos da a conocer la grandeza del Altísimo y así mismo, es base de todo progreso y avance.
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