La civilización islámica se apoya en tres principios capitales:
Primero, el creer en un Dios Único, que es el señor y creador de todos los humanos. Así todos los humanos son iguales y tienen derechos y obligaciones ante Dios como siervos de Este.
Segundo, que todos los humanos, hombres y mujeres, fueron creados a partir de una sola persona. En otras palabras, son hijos de los mismos padres, miembros de una misma familia, de una misma especie. Este segundo principio resalta los lazos consanguíneos o relaciones del ser humano con su prójimo ( hombre o mujer).
Tercero: A hombre y mujer les fue concedido por el Todopoderoso, libre albedrío, lo que les da libertad de elección entre seguir o no, el camino recto. Quienes se aferren al pacto y actúen conforme a él obtendrán como recompensa el día del Juicio Final el Paraíso donde vivirán eternamente. Quienes lo desprecien y actúen arrogantemente, con negligencia o franca rebeldía a lo ordenado, tendrán como retribución lo que se merecen: El infierno. (4) *
Para permitir, tanto a la mujer como al hombre, alcanzar su potencial total, el Islam provee un marco social y busca crear una atmósfera de moral saludable.
La sociedad islámica se edifica sobre las virtudes de organización, disciplina, afecto mutuo y sentimiento de solidaridad entre sus miembros y con un orden social basado en la justicia, la libertad, la igualdad. Tanto a hombre como mujer se les exige ser personas virtuosas, educadas, benignas y sinceras; al igual que sean honestos y formales al hablar, que sus actos concuerden con sus palabras, que estén contentos con sus propias posiciones legitimas, que se desvelen por ayudar al prójimo, que vivan, y permitan a otros, vivir en paz, que cuiden a los ancianos, discapacitados, pobres, enfermos, huérfanos y abandonados y ayuden a los amigos, parientes, vecinos, en pocas palabras que sean personas de las que solo se puedan esperar el bien.
Los que se someten a la voluntad del Creador, les es obligatorio seguir lo que ha sido revelado como guía para el hombre a través de los profetas, la paz sea con todos ellos, y que se encuentra compilado en los libros Sagrados y en los ejemplos vivientes de éstos siervos escogidos, fuera de lo anterior, la voluntad de Dios no puede ser determinada por hombre alguno.
La voluntad del Señor de esta vida y de la otra, se concretizan en un auténtico Código de Vida, denominado Sharia, la que moldea a la sociedad que la acepta de un modo tal que la conduce por el camino del bien, la virtud y la verdad en cada una de las esferas de la actividad humana, potencializa las fuerzas del bien, de la comprensión, la tolerancia, la bondad en todas las direcciones y, al mismo tiempo, aparta a los creyentes de todas las sendas que lo conducen a la perdición. Tal proyecto social procura extirpar los males, prohibe el vicio, la indecencia, la deshonestidad, la mentira, impidiendo las causas de su aparición y crecimiento, cerrando las puertas a todo lo que pueda conducir o genera tales actos reprobable. Su principal objetivo es construir la vida humana en base a virtudes y limpiarla de todo vicio.
De lo anotado se establece que El Altísimo exige tanto a hombre como mujer crecer espiritualmente, entendiéndose que esto implica un desarrollo personal, un compromiso con la familia, con la comunidad y con el progreso - material y espiritual - indispensable para cimentar una sociedad devota de Dios. Por ello los llama a cumplir lo obligatorio, lo recomendado y abstenerse de lo prohibido y de lo no deseable. El musulmán tiene el deber de no incitar las pasiones del otro, excepto si son esposos legítimos, por ello el contacto entre hombre y mujer tiene que ser respetuoso, discreto, no insinuante. Tanto hombre como mujer deben tener pudor en todos sus actos y en el vestir deben ser recatados (5). No permitir que su comportamiento se preste para habladurías de la gente ni para crear discordias en la comunidad.
Primero, el creer en un Dios Único, que es el señor y creador de todos los humanos. Así todos los humanos son iguales y tienen derechos y obligaciones ante Dios como siervos de Este.
Segundo, que todos los humanos, hombres y mujeres, fueron creados a partir de una sola persona. En otras palabras, son hijos de los mismos padres, miembros de una misma familia, de una misma especie. Este segundo principio resalta los lazos consanguíneos o relaciones del ser humano con su prójimo ( hombre o mujer).
Tercero: A hombre y mujer les fue concedido por el Todopoderoso, libre albedrío, lo que les da libertad de elección entre seguir o no, el camino recto. Quienes se aferren al pacto y actúen conforme a él obtendrán como recompensa el día del Juicio Final el Paraíso donde vivirán eternamente. Quienes lo desprecien y actúen arrogantemente, con negligencia o franca rebeldía a lo ordenado, tendrán como retribución lo que se merecen: El infierno. (4) *
Para permitir, tanto a la mujer como al hombre, alcanzar su potencial total, el Islam provee un marco social y busca crear una atmósfera de moral saludable.
La sociedad islámica se edifica sobre las virtudes de organización, disciplina, afecto mutuo y sentimiento de solidaridad entre sus miembros y con un orden social basado en la justicia, la libertad, la igualdad. Tanto a hombre como mujer se les exige ser personas virtuosas, educadas, benignas y sinceras; al igual que sean honestos y formales al hablar, que sus actos concuerden con sus palabras, que estén contentos con sus propias posiciones legitimas, que se desvelen por ayudar al prójimo, que vivan, y permitan a otros, vivir en paz, que cuiden a los ancianos, discapacitados, pobres, enfermos, huérfanos y abandonados y ayuden a los amigos, parientes, vecinos, en pocas palabras que sean personas de las que solo se puedan esperar el bien.
Los que se someten a la voluntad del Creador, les es obligatorio seguir lo que ha sido revelado como guía para el hombre a través de los profetas, la paz sea con todos ellos, y que se encuentra compilado en los libros Sagrados y en los ejemplos vivientes de éstos siervos escogidos, fuera de lo anterior, la voluntad de Dios no puede ser determinada por hombre alguno.
La voluntad del Señor de esta vida y de la otra, se concretizan en un auténtico Código de Vida, denominado Sharia, la que moldea a la sociedad que la acepta de un modo tal que la conduce por el camino del bien, la virtud y la verdad en cada una de las esferas de la actividad humana, potencializa las fuerzas del bien, de la comprensión, la tolerancia, la bondad en todas las direcciones y, al mismo tiempo, aparta a los creyentes de todas las sendas que lo conducen a la perdición. Tal proyecto social procura extirpar los males, prohibe el vicio, la indecencia, la deshonestidad, la mentira, impidiendo las causas de su aparición y crecimiento, cerrando las puertas a todo lo que pueda conducir o genera tales actos reprobable. Su principal objetivo es construir la vida humana en base a virtudes y limpiarla de todo vicio.
De lo anotado se establece que El Altísimo exige tanto a hombre como mujer crecer espiritualmente, entendiéndose que esto implica un desarrollo personal, un compromiso con la familia, con la comunidad y con el progreso - material y espiritual - indispensable para cimentar una sociedad devota de Dios. Por ello los llama a cumplir lo obligatorio, lo recomendado y abstenerse de lo prohibido y de lo no deseable. El musulmán tiene el deber de no incitar las pasiones del otro, excepto si son esposos legítimos, por ello el contacto entre hombre y mujer tiene que ser respetuoso, discreto, no insinuante. Tanto hombre como mujer deben tener pudor en todos sus actos y en el vestir deben ser recatados (5). No permitir que su comportamiento se preste para habladurías de la gente ni para crear discordias en la comunidad.
Notas:
(4) En el Sagrado Corán, Dios, El Señor de los Mundos, nos aclara que Eva, no fue la única culpable de la caída del Edén, ya que tanto Adán como ella fueron engañados por el Sheitan (Satanás) por lo que sobre ambos recae la culpa, culpa que por lo demás expiaron al arrepentirse y volverse a su Señor.
(5) Las tradiciones dan cuenta que el profeta Moisés, la paz sea con él, vestía tan recatadamente, que no permitía ni a los hombres que andaban con él verlo desnudo, los que llegaron a pensar que sufría de una enfermedad espantosa. Dios, Alabado sea, les desvirtuó tales pensamientos permitiendo lo vieran mientras buscaba sus ropas, las que habían cambiando de lugar cuando éste se bañaba. Del Profeta Mahoma, la paz sea con él, sus compañeros dijeron que era tan recatado como una virgen. Fuera de la relación de esposos, no está permitido ni al hombre ni a la mujer mostrar su cuerpo ni a los de su mismo sexo, excepto en caso de necesidad, como por situación de salud.
1 comentario:
¿También dijo Mahoma que los niños de 5 y 7 años debían ser esclavizados como sirvientes, violados en su adolescencia por padres desnaturalizados y luego repudiados por su desgraiada condición de víctimas de vuestra sociedad a vagar en la miseria y la verguenza?
¿Qué dijo Mahoma acerca del repudio a la mujer cuando ésta queda embarazada bajo fals promesa de matrimonio, violación o mentira de hombres musulmanes insensibles?
¿Y qué dijo Mahoma sobre esas madres musulmanas adolescentes que prefieren abandonar a sus hijos que enfrentar el repudio que la propia sociedad le ha acorralado?
¿A cuáles mujeres se refiere Mahoma de iguales?¿A las que so golpeadas brutalmente por sus maridos, las que cierran los ojos ante las violaciones de sus pequeños, o las que cierran la puerta a una hija embarazada? Las que convenian matrimonios desde el nacimiento,sin importar el amor, las que han aceptado la poligamia en el que el valor "de la MUJER" es es de una baratija de trueque. No entiendo la castidad de Mahoma cuando él se casó sin ser virgen, cuando él és su propio profeta, cuando se casó con una mujer mayor que él...cuando se ha inventado una santidad que perjudica a un pueblo y dentro de éste a los más desfavorecidos.
No sé que igualdad es la que dices porque yo no veo ninguna.
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